jueves, 31 de julio de 2014

PRUEBA LINUX SI PREOCUPACIONES CON VIRTUAL BOX

Habilita permisos de superusuario en Ubuntu
Aunque el uso del sistema operativo Linux no entraña ningún riesgo, es normal que tengamos ciertos recelos ante el cambio. Una manera poco traumática de tirarnos a la piscina es la de utilizar un programa de virtualización para llevar a cabo esta tarea. Nos va a resulta cómodo, ya que haremos convivir ambos sistemas en un mismo equipo y nos va a permitir alternar entre uno y otro con el mismo esfuerzo con el que cambiamos de ventana.

NIVEL: INTERMEDIO

Paso 1. Elige una distribución

Virtual Box Windows Ubuntu 1
Existen una gran cantidad de versiones de Linux en el mercado. Cada una con sus puntos fuertes y débiles; seguidores y detractores. En este práctico, hemos elegido Ubuntu porque ha sido diseñado para ser usado de forma amigable, instalarse de manera sencilla y resultar fácil de aprender para los usuarios procedentes de Windows.
Debido a ello, ha gozado de gran popularidad en los últimos años, aunque los usuarios más avanzados se inclinen por otras propuestas. Por todo esto y, si nuestro objetivo es dar nuestros primeros pasos en este sistema, la recomendamos como la candidata idónea. Podremos descargar la imagen ISO libre de cargo en su página web.

Paso 2. Crea tu propia máquina virtual

Según arranquemos Virtual Box por primera vez, deberemos construir nuestra máquina virtual, sobre la que más tarde correrá nuestro sistema operativo. En términos generales, es como un equipo normal: necesita su propio disco duro, su propia memoria RAM… La diferencia es que estos recursos los pedirá «prestados» al equipo anfitrión: nuestro PC.
Virtual Box Windows Ubuntu 2
Para abrir el asistente, pulsaremos en el icono Nueva y, tras darle un nombre identificativo, seleccionaremos el Sistema operativo y la Versión, o distribución en nuestro caso. En el siguiente paso, elegiremos el tamaño de la memoria RAM. No debemos elegir un valor muy alto, ya que el rendimiento de nuestro equipo podría verse afectado. Un buen valor sería un 25% del total de memoria de la máquina, siempre superando al menos los 512 megas y siendo 1 Gbyte altamente recomendable. Una vez hayamos establecido la cantidad deseada, pulsaremos en Next.
Virtual Box Windows Ubuntu 3

Paso 3. Da formato al disco duro

Todos los datos de nuestra máquina también deben ser almacenados en un sistema de archivos. Para ello, crearemos un disco virtual. Nos dará a elegir entre crear uno o usar uno preexistente. Seleccionaremos la opción Crear disco virtual nuevo y, tras pulsar en Next, se abrirá en paralelo el asistente de creación.
Virtual Box Windows Ubuntu 4
En él, tenemos la opción de reservar toda la memoria del disco desde el principio Almacenamiento de tamaño fijo o Almacenamiento de expansión dinámica, el cual asignará el espacio poco a poco según vaya creciendo de tamaño. Un punto a tener en cuenta es que el rendimiento será ligeramente superior si elegimos la primera opción.
Daremos un nombre propio al disco y, por último, escogeremos su Tamaño. En el caso de almacenamiento dinámico, se trata del tamaño máximo hasta el que le estará permitido crecer.

Paso 4. Arráncalo por primera vez

Una vez tengamos montado el equipo virtual, nos aparecerá listado en la página principal. Solo debemos seleccionarla y pulsar el botón Iniciar. Al arrancar, detectará automáticamente que se trata de la primera vez y nos preguntará por el disco de instalación. Emergerá una pantalla sobre la que pulsaremos en el icono de carpeta, abriendo así el Administrador de medios virtuales. Dentro de la pestaña Imágenes de CD/DVD, encontraremos el icono Agregar, que nos permitirá seleccionar la imagen que descargamos previamente. Tras ello, pulsaremos en el botón Seleccionar y Next para iniciar el equipo.
Virtual Box Windows Ubuntu 5

Paso 5. Instala sin miedo

Éste es el paso generalmente más temido, ya que corres el riesgo de borrar tu partición principal y, con ello, tus preciados datos. En este caso, podemos tener la seguridad de que nada de esto va a suceder, ya que nos encontramos en un entorno totalmente aislado.
Al comenzar la instalación, después de elegir el idioma, nos aparecerán dos opciones. La primera, Probar Ubuntu, equivale al famoso Live CD, que nos permitiría arrancar el sistema sin instalar nada, con la contrapartida de no poder guardar ningún tipo de archivo o configuración.
Virtual Box Windows Ubuntu 6
Nosotros seremos valientes y elegiremos Instalar Ubuntu. Los siguientes ajustes sobre zonas horarias o distribución de teclado nos resultarán familiares y nos llevarán hasta el particionado del disco. Al ser una unidad virgen, seleccionaremos Borrar y usar el disco entero. Por último, introduciremos nuestros datos de usuario y daremos por finalizada la instalación.

Paso 6. Instala las Guest Additions

Lo primero que haremos con nuestra máquina será instalar este paquete de mejoras, que tiene como finalidad optimizar la integración con el equipo anfitrión y, en definitiva, hacernos la vida más fácil. Una vez iniciada la maquina virtual, desplegaremos el menú Dispositivos, situado en la parte superior de la venta, y seleccionaremos la opción Instalar Guest Additions.
Ubuntu Virtual Box 8
De este modo, tendremos montada la imagen del disco en el sistema. Podremos encontrarla en el menú Lugares de Ubuntu. Abriremos el disco y hallaremos el archivo VBoxLinuxAdditions-x86.run, de cuya ruta debemos tomar nota. Para ello, podemos ayudarnos de la opción Propiedades, que encontraremos en el menú contextual.
Virtual Box Windows Ubuntu 9
A continuación, desplegaremos el menú Aplicaciones/Accesorios y abriremos Terminal. Aquí, debemos escribir la palabra sudo y, seguidamente, la ruta completa que anotamos antes, incluyendo el nombre del archivo. En nuestro ejemplo, sudo ‘/media/VBOXADDITIONS_3.2.8_64453/VBoxLinuxAdditions-x86.run. Tras pulsar la tecla Enter e introducir nuestra contraseña, dará comienzo la instalación.

Paso 7. El modo fluido

Disponer de todas las opciones del sistema operativo es un lujo; pero, ¿qué pasa si solo necesitamos una aplicación o no deseamos lidiar con el resto de posibilidades de la plataforma? Esto no será un problema gracias a lo que se denomina Modo fluido, el cual nos permitirá ejecutar una aplicación Linux como si fuera nativa de Windows.
Virtual Box Windows Ubuntu 7
Para activar este modo, deberemos acceder al menú Máquina/Entrar modo fluido o pulsar la combinación Control + L. Como por arte de magia, veremos cómo las barras de herramientas se integran en la parte superior e inferior de la pantalla, y, si tenemos alguna aplicación abierta, ésta pasará a ser parte del escritorio del equipo anfitrión. Volver al modo normal es tan fácil como entrar y pulsar de nuevo Control + L.

Paso 8. Comparte carpetas

Al poco tiempo de utilizar Virtual Box, nos daremos cuenta de que tener dos sistemas operativos totalmente aislados dificulta el trabajo con nuestros archivos. Para acceder a nuestros ficheros de una manera más conveniente, activaremos la funcionalidad de compartir. Dentro del menú Dispositivos, seleccionaremos Carpetas compartidas.
Virtual Box Windows Ubuntu 10
Nos mostrará una ventana en la que disponemos de dos opciones. La primera, Carpetas compartidas, es adecuada si tenemos la intención de que esta operación sea permanente. La segunda, Carpetas transitorias, para algo temporal. Pulsaremos en el icono con una + y localizaremos la carpeta de nuestro anfitrión.

Windows y OS X bajo Linux

Aunque este práctico está orientado a la versión Windows de Virtual Box, cabe recordar que existen ediciones de este programa tanto para Linux como para Mac OS X. Si ya somos usuarios de Ubuntu u otra distribución, los pasos para crear una máquina virtual Windows serán muy similares, aunque, al no ser libre, deberemos tener en cuenta que necesitaremos una licencia para su uso.
Virtual Box Windows Ubuntu 11
La virtualización del sistema operativo de Apple es un tema más delicado. Virtual Box ha sido pionero en incluirlo en su abanico de forma nativa, además deberemos tener en cuenta que todavía se trata de una funcionalidad experimental, y que por motivos de licencia, tan solo podremos virtualizar la versión Server del mismo.
Quién sabe si tras probar las bondades de Linux, se acabe apoderando de nuestra partición principal y el virtualizado sea el sistema operativo de Microsoft

Ventajas e inconvenientes de la virtualización

El uso de máquinas virtuales ha supuesto una verdadera revolución en los últimos años, pudiendo disponer de instalaciones especializadas para cada tarea y, lo que es más importante, transportarlas es tan sencillo como guardarlas en un disco duro externo.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que esta flexibilidad supone un alto coste de rendimiento, especialmente en términos de aceleración de vídeo. Podemos despedirnos de ejecutar juegos 3D o, lo que es más grave, ejecutar efectos de escritorio como puede ser el espectacular Compiz Fusion.
Su facilidad de uso es tal, que un inesperado problema con el que podemos encontrarnos fácilmente puede ser el de almacenar demasiadas máquinas virtuales, cada una con sus peculiaridades. Esto no sería especialmente preocupante, si no fuera porque su peso suele ser elevado. Es por ello que deberemos tener cuidado si no queremos «comernos» el disco de nuestro equipo anfitrión.

Ventajas

  • Alternancia de sistema operativo sin necesidad de reiniciar
  • Compartir archivos de forma sencilla entre sistemas operativos
  • Entorno aislado, más seguro
  • Posibilidad de guardar instantáneas o duplicar la máquina fácilmente
  • Portable

Inconvenientes

  • Menor rendimiento
  • Pérdida de la aceleración de vídeo por hardware
  • Incompatibilidad de hardware (cada vez menos frecuente)
  • Dependiente del entorno de ejecución, en este caso Virtual Box es incompatible con el resto de soluciones
  • Suele necesitar mucho espacio

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